Confiaba en que se convirtiera en mi novio, pero aquello resultó imposible. Yo nunca le serviría como inspiración, aunque, al intentar expresar la intensidad de mis sentimientos, me volví más prolífera y creo que mejoré como escritora.
D y yo tuvimos algunos momentos muy dulces. Estoy segura de que también los hubo malos, pero mis recuerdos están teñidos de nostalgia y humor.
D era informal y evasivo por momentos, pero también era amable, ingenioso y un verdadero poeta. Yo sabía que no me amaba, pero de todos modos lo adoraba. Con el tiempo, terminó distanciándose y me dejó un largo suspiro.
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